La sabiduría oriental siempre ha sido fuente de inspiración para todo el mundo.
La sabiduría China y Japonesa ambas han ido de la mano en el crecimiento de sus economías.
Mientras la primera se enfoca en las Estratégias para resolver los problemas y los conflictos; la Japonesa se concreta en el crecimiento del individuo, obteniendo extraordinarios resultados en el desarrollo humano personal.
Tan fuerte y estridente estaba siendo su crecimiento en creatividad, calidad y competividad; que entre los años 70as y 80as se sentían preocupados por Japón los países de occidente.
En particular, Los Estados Unidos de Norteamérica, que le apostaban principalmente a la inversión de grandes fortunas.
En cambio el país asíático estaba teniendo un crecimiento sorprendente en su economía, aplicándose en principio a la educación y al desarrollo humano del individuo.
Sucede que después de haber perdido la segunda guerra mundial, el nivel educativo de los Japoneses apenas llegaba a seis años, secundados con un nivel de pobreza muy alta.
50 años después, el promedio educativo ya se había elevado a nivel de Maestría.
El secreto de su desarrollo se enfoca al crecimiento de su sabiduría de su población y con ello impulsar su educación.
Ayudando a resolver los problemas domésticos de cada hogar, derivado de emprender y así posicionar su economía en tercer lugar mundial.
- Si un problema tiene solución no vale la pena preocuparse por él: si no se puede solucionar preocuparse es inútil.
- Si lo piensas, decídelo. Si lo decidiste, no lo pienses.
- No retengas a quien se va, ni rechaces a quien llega.
- Rápido significa: lento pero sin pausa.
- Es mejor ser el enemigo de una buena persona que el amigo de una mala.
- Si no existiera la gente común tampoco existirían las personas extraordinarias.
- El que quiere subir inventa la escalera.
- El marido y la mujer deben ser como las manos y los ojos: cuando duele la mano, los ojos lloran, y cuando los ojos lloran las manos secan las lágrimas.
- El sol no sabe de buenos, el sol no sabe de malos. El sol ilumina y calienta a todos por igual. Quien se encuentra a sí mismo es como el sol.
- Hasta el viaje más largo comienza con un solo paso
- Quien bebe no sabe lo peligroso del vino, quien no lo bebe no sabe de lo bueno que hay en él.
- Aunque se necesite la espada una sola vez en la vida, es necesario llevarla consigo siempre.
- Las flores bonitas no dan buenos frutos.
- La tristeza es como un vestido rasgado: hay que dejarlo en casa.
- Cuando hay amor, hasta las cicatrices de la viruela son iguales a los hoyuelos en las mejillas.
- Nadie tropieza mientras está acostado en la cama.
- Una palabra bondadosa puede calentar tres meses de invierno.
- En el camino deja que los tontos y los locos pasen primero.
- Al dibujar una rama es necesario escuchar el soplo del viento.
- Verifica siete veces antes de cuestionar a un hombre.
- Haz todo lo que puedas, lo demás déjaselo al destino.
- La honestidad excesiva raya en la estupidez.
- La felicidad viene a la casa donde se ríen.
- La victoria pertenece a aquel que espera media hora más que su oponente.
- A veces la hoja se hunde pero la piedra flota.
- No se disparan flechas a una cara sonriente.
- Es posible soportar el arroz y el té fríos, pero la mirada y las palabras frías son insoportables.
- A los diez años es una maravilla, a los veinte es un genio, y a los treinta una persona común.
- La mujer puede atravesar la roca si se lo propone.
- Si preguntas sentirás vergüenza un minuto, si no lo haces sentirás vergüenza toda la vida.
- Un jarrón perfecto nunca ha salido de las manos de un mal artesano.
- No tengas miedo de una pequeña curva para enderezar una recta.
- Los ríos profundos fluyen lentamente.
- Si iniciaste el camino por voluntad propia mil “ri” parecen uno solo. (El ri es una unidad de medida de longitud japonesa).
- La pobreza hace a los ladrones como el amor a los poetas.
FUENTE:https://www.emprendices.co/36-lecciones-sabiduria-japonesa/
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